jueves, 13 de junio de 2013

¿Incentivar la demanda?

Ultimamente se están viendo muchas informaciones sobre economía, y la verdad, creo sinceramente que más que informar, más bien se consigue lo contrario. Sencillamente porque dependiendo de la fuente, el mensaje puede ser de un signo u otro, pero el gran público desconoce realmente si tiene fundamento o si alguien no esta contando la verdad.
Esta semana he leído a un miembro de la Comunidad Europea exhortando a que España aumente su demanda interna, es decir, que aumente el consumo de la población para incentivar el crecimiento, y así poder paliar la sangrienta cifras del desempleo.
Puede que no sea malintencionado el mensaje, pero bastante chocante, sobre todo si se conoce la realidad de dicho país, y de muchos otros; y no solo en Europa porque hasta ahora solo nos han deleitado con recetas de austeridad, teniendo que recortar muchos gastos, la mayoría básicos para la sociedad. Sin embargo, algunos que son más bien protocolarios, no solo disminuyen, sino que aumentan.
Esto unido a que la mayoría de los salarios no ha hecho más que menguar en la última década con el objetivo de la competitividad, el aumento de la población emigrante, la cual ha contribuido a esa bajadas de salarios. Y ahora,  nos encontramos con unas rentas cada vez exhiguas.
Por otro lado, la inflación no ha hecho más que crecer, existiendo una descompensación terrible entre precios y salarios. Ayer mismo se daba el dato que los precios de los alimentos se había triplicado en relación a los sueldos. Unido a la congelación de la remuneración de los funcionarios, recordándoles también sus pagas, incluso se piensa en rebajar las pensiones y aumentar la edad de jubilación.
Tampoco hemos de olvidar el escaso o nulo crédito a las empresas y particulares, lo que hace muy difícil poder invertir en nuevos proyectos, mercado y negocios en general. Por el contrario, la mayoría de la economía española se encuentra endeudada.
Sin inversión privada, ni pública, con más de 6 millones de desempleados, con gran parte de las familias hipotecadas, las cuales apenas pueden pagar los pagos a las entidades financieras (desahucios). Con unos precios cada vez más altos, me parece bastante complicado que aumente la demanda interna, que vuelva la alegría del consumo, sobre todo sino tenemos sectores de actividad que animen a la economía y pueda generar empleo. Y sobre todo, si seguimos apostando por la precariedad laboral, la población no va a cometer el error de malgastar su capital sino tiene una seguridad mínima de que no vuelva a pasar lo mismo.
Lo dicho, creo que los medios han de ser más sensatos a dar ciertas noticias, simplemente porque son contradictorias con la realidad de la población. Si bien queremos guiarnos por las grandes cifras, hemos de ver que esas previsiones serán complicadas de entender por el gran público.

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