En 1887 el escrito danés Hans
Christian Andersen publico un cuento llamado "El traje nuevo del emperador". La trama nos cuenta que el emperador va buscando un nuevo vestido para poder lucirlo en las fiestas más importantes de la ciudad. Aparecen dos pícaros que convencen al mandatario con el argumento que ese vestido será el mejor de todos. Se aprueba en encargo, pero nunca se observa ningún vestido, sin embargo, nadie osa contrariar al emperador. Este, cuando llega el momento, se viste y sale para ser visto por su pueblo, nadie comenta nada hasta que un inocente niño exclama: "El rey va desnudo", la voz corre y de repente todo el mundo se da cuenta que el emperador esta vestido tal y como vino al mundo. Cuando van a apresar a los sastres, estos ya habían huido con todo el dinero que habían cobrado.
Si hacemos un paralelismo, en la economía mundial, nos ha pasado lo mismo. Hemos creído a unos profesionales que han convencido a los dirigentes que realizasen una determinada política económica. Dentro de la euforia del momento, nadie se atrevía a decir que las rentas estaban bajando, que los bancos estaban arriesgandose cada vez más, y todos, sobre todo los estados, endeudándose cada vez más.
Al final, alguien se atrevió a comentar que el rey iba desnudo, que las cosas no iban del todo bien, y todo empezó a desmoronarse como un castillo de naipes. Mientras aquellos especialistas o los que sacaron sus beneficios, habían desaparecido, y el dinero con ellos.
Esta fábula nos puede hacer reflexionar, que no solo es importante tener una visión clara de los acontecimientos, sino también la valentía de denunciar los acontecimientos con toda libertad, y sobre todo tener organismo competente que alerten de la situación.
También hay que resaltar que el miedo al poder, a no decir lo que realmente se piensa, es un atraso dentro de una sociedad moderna, sobre todo cuando nos enmarañamos en lo políticamente correcto, no podemos caer en decir lo que otros quieren oír, o elegir a aquellas personas que nos digan lo que nosotros queremos escuchar.
Pícaros siempre han existido y existirán, y se aprovecharán de la inocencia, pero sobre todo de la arrogancia y soberbia de muchos mandatarios que caen en la tentación de creerse que tienen todas las soluciones.
Ahora hemos de sufrir las consecuencias del engaño, de darnos cuenta de que siempre estábamos desnudos, que vivíamos en una fantasía, pero nosotros fuimos en parte culpables de creernoslo. Ahora debemos de confeccionar otros vestidos, aún más austeros, pero algo me dice, que cuando las cosas vuelvan a la normalidad, podemos caer otra vez en la vanidad, y nos vendan un vestido transparente.......
Este artículo me ha encantado, porque lo comparto de pleno, así lo veo yo, no solo como cuidadana, sino como estudiante de derecho que me permite ver al gobierno desde sus entrañas:
ResponderEliminarLos políticos, a los que no se les exige unos estudios míninos ni mucho menos especialidad,( a los funcionarios que solo nos administran sí, pero a los que nos dirigen y legislan no, ¡que paradojas de la vida!) se rodean de sus palmeros, porque les dicen siempre lo que quieren oír, nos dirigen aunque no tengan ni idea de economía ni de nada, pero para qué, si lo importante es llegar al poder, todos los partidos políticos, con unas ideologías muy parecidas y bastante amplias porque lo único que les interesa es llegar a cuantos más electores mejor, una vez conseguido el objetivo ( el poder) el segundo objetivo es llevárselo calentito, aprovechar el cargo todo lo que se pueda y más y chupar del bote al máximo, exprimir al país a los cuidadanos y lo que haga falta, porque si las cosas van mal a ellos les da igual, el único futuro que les preocupa es el suyo y de eso ya se han encargado mientras nos han gobernado y luego esta la pobre gente honrada, que ama a su país de verás, que ama su prfesión y al prójimo y que son los que les han ido advirtiendo a los chupocteros que la burbuja al final estallará, que la situación no es sostenible por mucho tiempo más y a los que nadie del gobierno hace caso.
Pero la gota que colma el vaso, esto debería ser producto de un estudio sociológico porque escapa a mi entendiento o quizás sea mío el problema, los españolitos volvemos a votar al partido anterior al que habíamos quitado el mando, porque también nos había engañado o aprovechado y lo volvemos a votar y castigamos quitando al otro, que se queda durante 4 años dando guerra al que gobierna, pero tranquilo, porque sabe que es cuestión de tiempo que vuelva a acceder al poder y así cada ciclo legislativo; me recuerda al bipartidismo de la época de YII, pero como digo, lo curioso es que aunque los dos partidos son igual de corruptos e ineptos, la gente los sigue votando, ya no se si pensar que es por falta de interés o por excesiva esperanza o optimismo del votante.
Y sí, estoy convencida que el año que consigamos salir del pozo económico en el que nos han metido y en le que nosotros hemos colaborado de forma indirecta y resurjamos de nuestras cenizas como el ave Fenix, volveremos a ponernos la venda en los ojos y nos volveremos a dejar vender un traje transparente, no se si será por falta de formación o por desinformación ciudadana, pero parece que no aprendemos.
C.R.C