domingo, 24 de febrero de 2013

El taliban español

Cuando se habla d o de las revoluciones, siempre esta el factor ideológico como arma fundamental en la en las guerras motivación de los contrincantes, da lo mismo que argumentos se esgrimen, como religiosos, étnicos o políticos. Al fin al cabo sin esas proclamas, ciertas o no, no existiría el arrojo suficiente para entrar en combate, o dar la vida por ese ideal.
Algunos lo pueden llamar fanatismo, o incluso manipulación populista, pero cuando esta en juego la integtidad de tu nación, tu familia y sobre todo tu futuro, el problema toma un cariz distinto. No es lo mismo invadir o ser  invadido. Todos pensamos que los talibanes en Afganistan son unos fanáticos islamistas, que entre otras cosas, denigran a la mujer. Pero el afgano de a  pie solo ve que continuamente tropas extranjeras se encuentran en su territorio y les dicen lo que tienen que  hacer y decir. Evidentemente, el rechazo de la población es notorio, haciendo más fuerte al que utiliza el rol de salvador. Lo que hace que un lobo se disfraza de cordero.
Pero eso no es lo más preocupante, sino la sensación de la comunidad, del soldado de que no tiene nada que perder, y eso lo hace muy peligroso e impredecible. Y esto es lo que actualmente estamos viendo. Generaciones cada vez más desesperadas por un presente deprimente y un futuro bastante negro. Por razones que no solo son injustas para esa población, sino que no entienden porque han de pagar por los pecados de otros.
Observan que su nivel de vida se va deteriorando día a día, y no se ven alternativas, ni rápidas, ni satisfactorias a sus necesidades; no entienden que después de generaciones pasadas, las cuales a base de sacrificios y muchos esfuerzos, alcanzaron un gran nivel de vida que pudiera garantizar un futuro a sus herederos, no entienden que tanto estudio, esfuerzo, solo sirvan para que se exija cada vez más atributos para un simple empleo, cuando muchos de los mandatarios ni siquiera tienen un mínimo de nivel de inglés. No entienden que las decisiones se les plantean bajo un idioma técnico y complicado, para que realmente no se comprenda cuales son realmente esas decisiones, con la sospecha que hay más improvisación que otra cosa, ya que los desmentidos y cambios de timón son constantes. Lo que lleva a un ambiente de mentira continua, que no hace más que caldear los ánimos.
Al final hay dos realidades muy distintas, la que ven los dirigentes y élites económicas, y otra la de la población que observa sus influencia, cada vez más disminuida. Esto lleva a la desconfianza en un sistema democrático cada vez menos representativo a los ojos del pueblo, donde la impunidad de unos pocos es ya insultante, porque la justicia simplemente es inexistente.
Esto lleva a un posible escenario revolucionario o un líder mesiánico que lleva a situación extrema de difícil pronóstico. No me cansaré de decir que si no se ponen ahora mismo los mecanismos que puedan dar vuelta a la situación, las consecuencias pueden ser nefastas. Las siguientes generaciones no van a pagar por unos pecados originales realizados por sus antepasados, y no es porque será una acto de rebeldía, sino que tendrán bastante razón......

lunes, 4 de febrero de 2013

Soluciones macroeconomicas?

Últimamente estamos muy acostumbrados a las noticias de tipo económico, incluso el más reacio se esta convirtiendo en todo en un experto. Es como si hiciéramos un símil futbolistico, dentro de cada aficionado hay un entrenador, dentro de cada uno hay un economista. Y estamos cada vez más familiarizados con conceptos como el PIB (Producto Interior Bruto), la renta per capita, la balanza de pagos, el IPC (Índice de Precios al Consumo) y la más extendida últimamente que es la famosa prima de riesgo (El riesgo que tiene un país de no devolver sus deudas).
Hasta aquí todo muy correcto, es como retratar la situación de un país concreto o de una región del planeta, analizando sus variables económicas más importantes y así poder compararlas con otros países o zonas dentro del mundo financiero.
Este mapa de situación, no solo es peligroso, ya que últimamente están entre dicho muchas de las cifras que los diferentes países están facilitando a las autoridades internacionales (FMI (Fondo Monetario Internacional), Banco Mundial, OMC (Organización Mundial del Comercio), OCDE (Organización de Cooperación Internacional de países desarrollados), el G-7 (Las grandes potencias internacionales), y sobre todo los mercados financieros). Por lo que la fiabilidad de la economía de cada país cada vez esta más cuestionada, sobre todo por falsear datos de inflación, de balanza de pagos, etc, para dar una imagen al exterior atractiva, pero que no concuerda con la realidad social que se encuentran muchos países.
Es esta la razón por la que esas grandes cuentas, esos grandes números se olvidan de los pequeños detalles, no sólo económicos, sino que también sociales que encierran una realidad mucho más compleja para cualquier inversor extranjero.
Existen muchos oasis económicos que si escarvamos detenidamente podemos llevarnos grandes sorpresas, ya que no es tan fácil y sobre todo tan atractivo como lo hemos visto a priori, hablo de mercados como el de China, o los países emergentes, como Brasil, que sus datos macroeconomícas son espectaculares, pero a la hora de la verdad, su realidad social es  mucho más enrevesada y su nivel de consumo no es tan interesante como nos indican los grandes números.
Ahí es dónde empieza la gran preocupación al proliferar unos objetivos cada vez más especulativos para generar rentabilidad a corto plazo que la creación de negocios de futuro y de sostenibilidad. Y a mi entender, esa no es una solución valida para el crecimiento de los países, sino que haya indicios de que las inversiones beneficien a la mayor parte de la población, y sobre todo, para que no sirvan como una formula de enriquecimiento rápido para unos pocos, tanto autóctonos como foráneos, sino que se empleen para la comunidad.
Tampoco es factible la realización de economías nacionales basadas en enormes deudas contraídas con organismos internaciones, ya que ahogan la posibilidad de crecer y aumentar sus posibilidad de crecimiento y desarrollo, utilizando estas armas macroenómicas como formulas de control de países soberanos dentro de un tablero internacional. Sobre todo por el ansía de notoriedad y avaricia de muchos dirigentes, tanto políticos como empresarios en muchos estados.
No podemos esperar que la solución ante las dificultades de naturaleza económica se resuelvan con las grandes cifras, sino que hay que potenciar las pequeñas cifras como la capacidad de consumo, el índice de empleo, la confianza en la economía, cuenta de resultados de pequeñas y medianas empresas, índice de morosidad de la población, etc. Así podremos conseguir que las pequeñas cifras puedan convertirse en unas grandes cantidades más fiables.
Intentar que la mayoría de la humanidad pueda tener sus necesidades básicas satisfechas, aunque dicho objetivo, sea tal vez una quimera......