jueves, 28 de noviembre de 2013

La competitividad

Un día estaba leyendo una artículo sobre la competitividad española, la cual decía que era superior a la alemana. Ante tal afirmación no pude resistirme a leer que argumentos presentaba para hacer tal afirmación, y todos sabemos que los titulares periodisticos siempre suelen ser espectaculares.
La razón que se esgrimaba es el bajo coste laboral del profesional español con respecto a su homologo alemán, al pagar menos por hora, la empresa tendría menos costes y así poder competir en igualdad de condiciones con sus competidoras. Indudablemente este comentario financiero, que no deja de ser cierto, si vemos las cosas desde el prisma meramente cuantitativo, puede ser dentro de una hoja de cálculo, pero si colocamos la variable tiempo en el estudio, veremos que el resultado no es tan optimista, más bien todo lo contrario.
Sencillamente el competitividad tiene que ver con el rendimiento, pero también con la eficacia. De que me vale pagar menos a un trabajador que va a tardar más tiempo, prefiero a otro, que será más gravoso, sin embargo lo hará en menos tiempo.
Curiosamente un alemán tiene un horario de trabajo normal, como en la mayoría de los países, es decir, entra temprano, poco tiempo para comer, y generalmente abandona su puesto de trabajo cuando empieza a anochecer, así se ahorra más en el gasto energético.
El trabajador español, entra más tarde, tiene dos horas para comer y pocas veces sabe a que hora llegará a su domicilio. En resumen tiene unas jornadas agotadoras de más de 10 horas (si tomamos la jornada laboral, desde que sale hasta vuelve de su domicilio). Si se compara los resultados de ambos trabajadores, vemos que el primero, no solo necesita menos horas para realizar su trabajo, sino que ahorra a su empresa gastos, y puede disponer de más tiempo libre.
Hemos de entender que el rendimiento no esta en la cantidad, sino en la calidad. Podemos estar muchas horas en  una biblioteca estudiando, pero cuanto hemos aprovechado de esas horas. No por estar un trabajador en su lugar de trabajo rendirá más, sobre todo si he de estar yo presente para que realice el trabajo. Personalmente prefiero a un profesional que sé que terminará su tareas, esté o no yo presente, que pueda ausentarme y saber que terminará en el momento que se ha acordado.
Somos seres humanos y no máquinas, necesitamos motivaciones, descansos, alicientes, y porque no, reconocimiento por el trabajo realizado (bien con remuneración o con tiempo libre). Pero para eso, la empresa ha de tener claro que es lo que se quiere conseguir, y sobre todo cuando se quiere conseguir. Lo demás es simplemente saber dirigir (lo cual no es sencillo), por desgracia, creemos que los trabajadores son un coste más que hay que rebajar, se piensa que menos trabajadores tendrán los mismos resultados, a lo mejor serán parecidos a corto plazo, aunque con el tiempo veríamos que solo hemos conseguido bajar la calidad y sobre todo crear mal ambiente. Curiosamente muchas empresas terminan cerrándose, no por sus costes laborales, sino por su mala gestión financiera porque no pueden hacer frente a sus pagos financieros. 
La competitividad se evalúa por los resultados de la eficacia, haciendo productos y servicios de calidad, para el cliente, pero no a cualquier precio, ahí es dónde la empresa ha de saber venderse, por eso las empresas alemanas están mejor percibidas que las españolas o la chinas......