lunes, 11 de marzo de 2013

Homo digitalis

Desde el comienzo de los tiempos, la raza humana ha ido evolucionando, tanto para lo bueno, como para lo malo. Y este desarrollo nos ha llevado a una revolución de la tecnología, la cual estariamos como minimo perdidos en el mundo actual. Las nuevas generaciones ya utilizan los telefonos móviles para cualquier actividad y podemos comunicarnos con cualquier persona las 24 horas del día por muchos medios distintos y en tiempo real.
Ahora bien, tambien hay algunas sombras en tanto avance, hay un debate sobre si estas modernidades nos estan haciendo más listos o más tontos. Algunos argumentan que la excesiva comdidad nos hace más previsibles, y lo más preocupante, menos preparados para poder adaptarnos a nuevos entornos, los cuales parecen cada vez más virtuales que reales. Ya no podemos hacer una operación sin una calculadora o un programa de ordenador, el cual nos ordena ya todo sin tener que verificar si es correcto o no, porque lo damos por sentado. El programa no se equivoca, somos nosotros que lo hacemos si ponemos mal los datos o ejecutamos mal las ordenes.
A nivel económico las ventajas son claras, son muy interesantes, pero tambien es verdad que hemos perdido perpesctiva de los precios y el valor de las cosas, hemos perdido la capacidad de calcular mentalmente las cifras y las operaciones matemáticas. Quien no se ha asombrado la capacidad mental de un simple camarero cuando los dice el precio de varios cafés, aunque vemos cada vez más que ya acuden a un ordenador que les responde hasta el cambio que nos tienen que devolver. El tener una vida tan simple nos lleva a una situación de extrema pereza, la cual no deja de ser singular. Imaginemos que por una catastrofe nos quedaramos sin energía, como haríamos los cálculos, como nos adaptariamos a un ambiente sin tecnología, da vertigo el poder pensarlo, pero hasta hace tres décadas ibamos a los bancos a sacar dinero y no había cajeros.
Obviamente toda la cultura y sabiduría la tenemos a golpe de ratón, podemos consultar y buscar cualquier dato en tiempo real, hacer transferencias bancarias sin ningún tipo de problema, pero sin llegar a la situación anterior, solo basta que se averie la red, o haya una caida de tensión para vernos abandonados a nuestra suerte.
Es esa dependencia tecnológíca que tiene el homo digitalis la que hace que no sea igual que antes, incluso para la relaciones personales utilizamos más la red, ya que es más fácil disfrazarse de un rol que no es el nuestro para relacionarnos. Ya es una realidad la compra-venta por la red, la cual no hará ganar tiempo y no tener que ir al supermercado a soportar grandes colas a la hora de pagar las compras.
No es que el ser humano vaya progresando a peor o a mejor, ya que hay argumentos para ambas posturas, lo que si es verdad que ya no será lo mismo. En los cambios habrá situaciones positivas y negativas, en nuestra mano esta aprovecharnos de las primeras e intentar evitar, o al menos minimizar las segundas.....

2 comentarios:

  1. Es cierto que casi todo lo hacemos de forma automática y casi sin pensar nada.

    Yo procuro todavía no estar al 100% dependiendo de las cosas mecanizadas.

    No olvidemos que el desarrollo personal consiste precisamente en hacer cosas con la cabeza y ponernos a resolver los problemas por nosotros mismos, sin dejar de pedir ayuda a terceros pero con nuestros propios medios y sin que sea todo automatizado

    ¿Cual es el límite entre comodidad y exclavitud por dependencia de los medios tecnológicos?

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  2. Cierto, por eso las acciones mecánicas son las más peligrosas, como si he cerrado las puertas del coche, he cogido las llaves, incluso llegar del trabajo con el coche, casi lo hacemos inconscientemente. Por eso las tecnologías pueden ser una ayuda, pero también un peligro porque no nos concentramos tanto al hacer las cosas. Todo tiene sus ventajas e inconenientes, es buscar un equilibrio dentro de lo posible. La inteligencia es saber usar sabiamente las herramientas que tenemos a nuestro alcance....

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