martes, 27 de enero de 2015

La rebelión de las ovejas



Los resultados de  las elecciones en Grecia han resultado ser, no ya sorprendentes, pero si diferentes en el escenario europeo. No porque no haya sido esperado, más bien porque era temido, sencillamente porque podría ser un punto de inflexión, no ya para el pueblo griego, sino para toda Europa.
No cabe duda que los errores cometidos, tanto en la UE (unión europea), como en el resto del mundo (globalización), han llevado a una situación cada más insostenible, a una clase media que ve cómo ha ido perdiendo poder adquisitivo, ha visto como el sistema financiero se ha lucrado antes y después de la crisis, pero son ellos los que han de pagar las facturas (pasadas y futuras). Y esto no es nuevo en el viejo continente, ya hemos visto a través de la historia episodios similares.
Pero, una frase indudablemente desafortunada, realizada en el congreso de Davos (donde se encuentras los representantes del mercado financiero), la cual decía: “Hay que educar a la gente a votar bien”. Mi primera reacción fue de sorpresa, ante tal afirmación, ya que demuestra una falta de respeto por la voluntad popular.
Las consecuencias aún están por aparecer, pero no culpemos a los ciudadanos por elegir otras alternativas, ya que el actual sistema político no solo, no ha evitado la crisis, sino que rescatado al sistema financiero responsable de la misma, y sobre todo, de imponer duras condiciones de austeridad a la población. He leído a más de un financiero argumentar que si bien las decisiones eran y son injustas, no había, ni hay otras alternativas.
El inconveniente, es sin duda que existe un sistema democrático, y la ciudadanía, por lo menos tiene el medio del voto para demostrar, su opinión. Las ovejas, tal y como las conocemos, suelen ser dóciles, obedientes, incluso manejables. Siempre y cuando, tengan el alimento y la seguridad necesaria. Aunque las ovejas no pueden comunicarse y mostrar su descontento, las ovejas humanas, sí. Y si el pastor, no realizar bien su trabajo, existe la posibilidad de elegir a otro, cada cuatro años.
Sin embargo, las ovejas humanas se han percatado que los pastores que han ido pasando, en realidad han hecho un nefasto trabajo, y da igual del color que tuvieran la camisa. Por lo que se han decantado por una tercera opción. No por ser la mejor, sino como protesta a la gestión de los anteriores responsables, los cuales han llevado al rebaño a esta situación extrema.
Esto unido, que cuando cada vez se tiene menos que perder las decisiones son más radicales. Porque hay que romper el círculo vicioso existente, no solo para un futuro inmediato, sino para las generaciones futuras.
Europa, no pide, sino exige un sistema que sea para y por la ciudadanía, que las personas estén por delante de las decisiones financieras. Se ha pasado por dos guerras mundiales y una guerra fría para conseguir un sistema de bienestar. Y por culpa de unos líderes irresponsables, impulsados más por ambiciones personales, tanto políticas, como económicas, han desembocado en la situación actual.
El pueblo, siempre tendrá su veredicto, sus exigencias, su forma de país, nación o comunidad que quiere. Cada vez es más anecdótico los referéndums populares, para pedir permiso a la ciudadanía, sobre cualquier tema. Todo se traduce a un debate político en un parlamento, cada vez más alejado de la realidad social.
Las ovejas, han decidido que desean otro tipo de vida, que quieren que se haga las cosas como ellas desean. Para ello, trabaja, paga impuestos y sobre todo, vota. Y como en el mundo empresarial, si un líder no sabe hacer su trabajo, es reemplazado por otro. No sabemos si será peor o mejor, pero necesitamos un cambio. Si la clase política no es capaz de entender el mensaje, y sobre todo, no es capaz de cambiar la tendencia., se votará en consecuencia, ya que es la única fórmula de expresión que le queda al pueblo.