Los resultados de las elecciones en Grecia han resultado ser, no ya sorprendentes, pero si
diferentes en el escenario europeo. No porque no haya sido esperado, más bien porque era temido, sencillamente porque
podría ser un punto de inflexión, no
ya para el pueblo griego, sino para toda
Europa.
No cabe duda que los
errores cometidos, tanto en la UE
(unión europea), como en el resto del mundo (globalización), han llevado a una situación cada más insostenible,
a una clase media que ve cómo ha ido
perdiendo poder adquisitivo, ha visto como el sistema financiero se ha lucrado antes y después de la crisis,
pero son ellos los que han de pagar las
facturas (pasadas y futuras). Y esto no es nuevo en el viejo continente, ya hemos visto a través de la historia
episodios similares.
Pero, una frase
indudablemente desafortunada, realizada en el congreso de Davos (donde se encuentras los representantes del
mercado financiero), la cual decía: “Hay
que educar a la gente a votar bien”. Mi primera reacción fue de sorpresa,
ante tal afirmación, ya que demuestra
una falta de respeto por la voluntad popular.
Las consecuencias aún
están por aparecer, pero no culpemos a los ciudadanos por elegir otras
alternativas, ya que el actual sistema político no solo, no ha evitado la crisis, sino que rescatado al sistema financiero responsable de la misma, y sobre
todo, de imponer duras condiciones de
austeridad a la población. He leído a más de un financiero argumentar que
si bien las decisiones eran y son
injustas, no había, ni hay otras alternativas.
El inconveniente, es
sin duda que existe un sistema
democrático, y la ciudadanía, por lo menos tiene el medio del voto para demostrar, su opinión. Las ovejas, tal y como las conocemos, suelen ser dóciles, obedientes, incluso
manejables. Siempre y cuando, tengan el
alimento y la seguridad necesaria. Aunque las ovejas no pueden comunicarse
y mostrar su descontento, las ovejas
humanas, sí. Y si el pastor, no realizar bien su trabajo, existe la posibilidad de elegir a otro,
cada cuatro años.
Sin embargo, las ovejas
humanas se han percatado que los
pastores que han ido pasando, en realidad han hecho un nefasto trabajo, y
da igual del color que tuvieran la camisa. Por
lo que se han decantado por una tercera opción. No por ser la mejor, sino como protesta a la gestión de los
anteriores responsables, los cuales han llevado al rebaño a esta situación
extrema.
Esto unido, que cuando
cada vez se tiene menos que perder
las decisiones son más radicales. Porque hay que romper el círculo vicioso existente, no solo para un futuro inmediato,
sino para las generaciones futuras.
Europa, no pide, sino exige un sistema que sea para y por la
ciudadanía, que las personas estén por delante
de las decisiones financieras. Se ha pasado por dos guerras mundiales y una
guerra fría para conseguir un sistema de
bienestar. Y por culpa de unos líderes
irresponsables, impulsados más por ambiciones personales, tanto políticas, como
económicas, han desembocado en la situación actual.
El pueblo, siempre tendrá su veredicto, sus exigencias, su
forma de país, nación o comunidad que quiere. Cada vez es más anecdótico los referéndums populares, para pedir permiso a la ciudadanía, sobre
cualquier tema. Todo se traduce a un debate político en un parlamento, cada vez más alejado de la realidad social.
Las ovejas, han decidido que desean otro tipo de vida,
que quieren que se haga las cosas como ellas desean. Para ello, trabaja, paga impuestos y sobre todo, vota. Y como en el
mundo empresarial, si un líder no sabe hacer
su trabajo, es reemplazado por otro. No
sabemos si será peor o mejor, pero necesitamos un cambio. Si la clase
política no es capaz de entender el
mensaje, y sobre todo, no es capaz de cambiar la tendencia., se votará en consecuencia, ya que es la única
fórmula de expresión que le queda al pueblo.