lunes, 17 de febrero de 2014

La rentabilidad de Coca Cola



Todos sabemos las últimas noticias que hablan del cierre de varias embotelladoras en España por parte de la gran multinacional norteamericana, y  sobre todo de la gran reacción de los medios, tanto tradicionales, como digitales. Donde el rechazo ha sido mayúsculo por parte de la sociedad, la cual no entiende que una empresa tan rentable, tenga que tomar unas medidas tan impopulares.
Sin embargo, este tipo de decisiones no son, por desgracia, nada nuevas, porque se ha convertido en algo habitual que empresas con una buena trayectoria, incluso con altos índices de rentabilidad, hayan trasladado las mismas a otros países cuyos costes son más bajos, y por lo tanto, más rentables a corto plazo.
Sin duda, no es una decisión errónea desde un punto de vista financiero a corto plazo, pero las consecuencias en el mercado de origen, pueden ser nefastas a medio y a largo. Ya que la ganancia contable, repercute en una pérdida de imagen y de confianza en los consumidores.
Sobre todo cuando vivimos en una sociedad que vive bajo la esclavitud de la imagen, no solo personal, sino empresarial. Algo que cuesta mucho tiempo y esfuerzo en conseguirse, pero que puede perderse en un instante. De ahí que una decisión formulada desde un prisma financiero, con modelos claramente cuantitativos, se pierda la perspectiva cualitativa de las reacciones del público en general, al que se tendrá que realizar las correspondientes campañas para recuperar ese terreno perdido, y no se sabe, si la ganancia conseguida en un primer momento, compense ese esfuerzo que ha de hacerse para recobrar la imagen perdida.
Porque hay empresas, como profesionales (actores, actrices, políticos, etc.), que son esclavos de su imagen pública, incluso desde una perspectiva más irreal que real, no solo ha de ser un modelo, sino parecerlo. Son iconos en que muchas personas se sienten identificadas. Son un símbolo que demuestra un estilo de vida, una forma de ver la realidad de una sociedad. Por estos motivos, las decisiones y las declaraciones (porque tan importante es la decisión, sino la forma de transmitirla), lo que hace que el público malinterprete la idea original, sea legal o no, pero más importante es la moralidad que conlleva realizar dichas acciones en un escenario tan crispado.
No sabemos cuáles serán las repercusiones y el resultado de esta decisión por parte de Coca Cola, si la pérdida de clientes pueda ser significativa. Pero jugar con dos puntos de vista antagónicos (rentabilidad financiera vs. rentabilidad de marca) puede llevar a un callejón sin salida. No es lo mismo, unos fondos de inmersión o una entidad financiera, que una multinacional que tiene unos valores integrados en la sociedad…….

lunes, 10 de febrero de 2014

El referéndum suizo.



Este fin de semana se ha realizado en Suiza, un referéndum para decidir si se aplica un  cupo para la entrada de trabajadores de la unión europea en su territorio. Y el  resultado ha sido afirmativo, es decir, solo una cantidad preestablecida podrá trabajar en las empresas suizas.
Este resultado no ha gustado excesivamente a la unión europea, ya que va en contra del espíritu del tratado, pero hay que resaltar que Suiza no está inscrita en la misma, aunque tiene lazos importantes con dicha organización.
Sin embargo, cuando hablamos de flujos migratorios, no encontramos con altos índices de hipocresía cuando los distintos países afrontan estos problemas, porque sabemos, algunos por experiencia propia, que muchas economías se apoyan en mano de obra barata para realizar trabajos de baja cualificación pero teniendo a un gran número de ciudadanos autóctonos, recibiendo subvenciones por parte del estado.
También los trabajadores, son un recurso en sí, que en algunos sectores hay un déficit de profesionales, sin embargo, en otros sobran candidatos. Por lo que, es necesario importar  talento (en Brasil se necesitan profesionales altamente cualificados), y en otras ocasiones hay un excedente del mismo (este mismo perfil, en España, está emigrando a otros países). Y con la actual globalización, los países desarrollados han enviado la producción de productos y materiales a regiones donde el coste laboral es mucho más bajo, y donde existe un gran número de trabajadores de baja cualificación (India y China).
Quizás, la decisión de los suizos se haya motivado por el aluvión de emigrantes en los países del sur de Europa, con altos índices de desempleo, por lo que se ha agravado aún más el problema de luchar por un puesto de trabajo, se han visto que este aumento de competencia ha fulminado los salarios. Por esta razón, los ciudadanos suizos, no quieren que con la entrada de profesionales de otros países, haga que sus rentas bajen en picado, lo cual verían amenazada su alto nivel de vida.
Los flujos migratorios han sido una constante en la historia de la humanidad, porque el clima y las circunstancias hacían necesario la búsqueda de nuestras tierras, nuevos lugares para poder seguir adelante y dar un futuro a las generaciones venideras. El mañana no será distintito, sobre todo por los cambios en el clima, los conflictos regionales e internacionales. Pero las sociedades son cada vez más complejas, sus necesidades son más apremiantes. Se exigen resultados cada vez a más corto plazo, en un escenario cada vez más competitivo, en donde la competencia está más percibida como una amenaza, que en un estímulo.
Al final, es más un problema de organización en cada sociedad, la cual ha de satisfacer primero sus propias necesidades, e intentar que otros países impulsen la formación para que sus ciudadanos puedan optar a una mejor calidad de vida. Aunque, en un mundo en cual las diferencias sociales son tan grandes, es un dilema de muy difícil solución.

lunes, 3 de febrero de 2014

El Dream Team

En las olimpiadas de Barcelona 92, Estados Unidos llevó al mejor equipo de baloncesto de todos los tiempos, estrellas como: Larry Bird, Magic Johnson, Charles Barkley, …….y sobre todo Michael Jordan. No solo ganaron todos los partidos, sino que dieron una sensación de total superioridad. No tuvieron rival.
Cuando se está compitiendo, por lo general se intenta llevar a los mejores jugadores para que el resultado sea el mejor posible. Aquellos que sean lo suficientemente profesionales y sobre todo sepan resolver las situaciones con facilidad, con aplomo y experiencia.
Sin embargo, en algunos países, vemos que no juegan los mejores, incluso parece que intervinieran los menos preparados. Hablamos de representantes políticos, los cuales han de negociar a nivel internacional el futuro de sus ciudadanos. Los cuales no parecen darse cuenta de la inferioridad que demuestran sus mandatarios ante encuentros tan importantes. Vemos incluso algunos que no tienen la preparación necesaria, sobre todo en idiomas, para enfrentarse en conversaciones vitales conferencias entre varios países. Como en las Naciones Unidas, o en la propia Comunidad Europea.
Y por desgracia, vemos que algunos países presentan a un verdadero Dream Team, y otros sin embargo, aparecen con equipo amateur, lo cual nos hace ver que el resultado va a ser claro. Y no es porque no existan buenos jugadores en todos los equipos, sino que las decisiones las toman los menos idóneos, por lo cual, sus contrarios estarán eternamente agradecidos.
También lo podemos observar  en las empresas en general, lo que comúnmente se denomina la fuga de talento. Lo que consiste en que los mejores profesionales de un determinado país, emigra a otro más desarrollado, al no tener las oportunidades para poder realizar sus proyectos. Lo cual hace más dramática esa diferencia entre los países.
No es una casualidad que aquellos que ofrecen mejores alternativas, tendrán a los mejores jugadores, pero no solo económicamente hablando, también en las posibilidades de progresar y aprender. No es lo mismo competir en la NBA, que una liga de tercera o sin importancia. Por lo que entramos en un círculo vicioso, si los mejores no optan por los mejores puestos, ocupados por personas con menos talento, los tendremos siempre en el otro bando, y así será complicado ganar los partidos…….

lunes, 20 de enero de 2014

¿Cuándo se ha perdido el rumbo?



En muchas ocasiones vemos a los barcos que surcan los mares con mano firme hacia su destino. El capitán tiene claro sus prioridades: la carga (tanto si son mercancías, como pasajeros), su tripulación y para finalizar, la integridad de la nave. Ahora bien, que pasa cuando se desvía el rumbo marcado. La mercancía no llegará al destino, los pasajeros estarán perdidos, los tripulantes empezarán a desconfiar de su superior, y es posible que la embarcación pueda hundirse.
En la sociedad actual está pasando algo parecido. Las decisiones de los dirigentes políticos están desviando el rumbo de sus correspondientes economías, por lo que sus ciudadanos no saben hacia dónde les llevan, las empresas pierden competitividad porque no comprenden las decisiones, y al final llega una crisis, lo cual, significa que el país tiene vías de agua y se está hundiendo.
Pero esos países han perdido el rumbo, sencillamente cuando han perdido de vista sus prioridades principales, sobre todo la más importante, que es llevar a buen puerto a los ciudadanos que han puesto en sus dirigentes la responsabilidad de gestionar el futuro, tanto de ellos, como de las futuras generaciones. Sin embargo, la tripulación tampoco ha hecho demasiado para intentar corregirlo, simplemente ha seguido como si tal cosa, sobre todo, ante la pasividad del pasaje. Aunque todos nos damos cuenta del error, no por nosotros mismos, sino porque otros barcos nos avisan que vamos en colisión hacia ellos y nos obligan a retomar o virar hacia otro destino.
Podemos pensar que el capitán es un incompetente para realizar su tarea, pero no es menos verdad que han sido los pasajeros los que le han elegido, mediante votación. Aunque en honor a la verdad, carecían de la verdadera información sobre sus capacidades y fue elegido por ser de una determinada ideología.
Ahora bien, que alternativas podemos tener para elegir a un líder capacitado. Sencillamente pocas, ya que las instituciones están demasiado politizadas, a la vez que la política se ha profesionalizado en exceso, haciéndose dependiente del escaño para su propia supervivencia, por lo que impide sus propia independencia a la hora de tomar decisiones. Es a través de esa falta de transparencia cuando realmente se instalado el conformismo a la hora de aceptar las decisiones de los dirigentes, sin ningún atisbo de crítica.  
Por otro lado, la población ve con amargura que cada vez se va empobreciendo más, pero no solo económicamente, también moralmente, al observar que cada vez se siente más atrapado en una telaraña bien tejida desde arriba. A lo que se une la sensación de que el esfuerzo de nuestros antepasados ha sido baldío, porque la pérdida de los derechos y del estilo de vida, parece inevitable, sino que será cada vez más patente.
Finalmente, el pasajero que ha pagado su billete, observa con impotencia que le llevan a un destino que él no ha pedido, el cual no ha elegido, pero no tienen ni el derecho de oponerse, sencillamente porque sus necesidades ya no son importantes para los que dirigen el barco. Sin embargo, bien que acuden al dinero que se ha recaudado para el viaje. Y es posible que pueda ocurrir un motín, pero aparecerá el problema de saber quién será capaz de manejar una nave que se ha convertido ingobernable…….

lunes, 16 de diciembre de 2013

El Eurovegas económico

Esta última semana hemos visto como se truncaba la gran apuesta para Europa del magnate Sheldon Aldenson, para construir su gran casino en los terrenos de la localidad de Alcorcón, en Madrid (España).
Es posible que dicho fracaso se deba a multitud de variables, tanto económicas como sociales, pero todo parece que el proyecto no tenía buena pinta desde un principio, aunque muchas empresas y empresarios veían una buena oportunidad de negocio en todo ello.
En mi opinión, la decisión del COI de rechazar a la candidatura madrileña de ser la sede olímpica en 2020, haya influido muy negativamente en el futuro del proyecto, pero también tenemos que tener en cuenta que muchos de estas propuestas tienen más de especulativas que de una visión más realistas del entorno, sobre todo cuando las condiciones impuestas por el promotor iban en contra de varias leyes en vigor.
Sin embargo, esto nos hace reflexionar sobre la situación de la economía mundial, donde asistimos a un gran casino, en el que encontramos multitud de juegos de azar (como la ruleta, el póker, el blackjack, etc.), pero muy alegremente sin tener en cuenta que las consecuencias de esas apuestas, son sufridas por terceras personas, las cuales no participan y en muchos casos, ni saben que son parte interesadas en las mismas.
Es curioso observar que las empresas y gobiernos juegan alegremente, incluso arriesgándose, de forma temeraria en muchos casos, pero sin ser conscientes del resultado de los mismas, y paradójicamente, no se sienten responsables si el desenlace ha resultado negativo. Y en muchas ocasiones suelen atribuirlo a una mala racha o al fallo de un sistema infalible.
Pero en todo juego hay ganadores y perdedores. ¿O sencillamente una cuestión de azar, o unos pocos controlan las reglas de juego? Da la sensación que algunos juegan con las cartas marcadas o con información de cómo se va a desarrollar el juego, o simplemente se sienten lo suficientemente seguros de no perder demasiado, bien por no ser su dinero, o por tener su crédito cubierto.
Lo que realmente asusta son las enormes cantidades de dinero que se manejan, mareantes para el ciudadano medio, las cuales cambian de mano de forma pasmosa, utilizando una jerga o lenguaje de difícil comprensión para el público en general.
Se intentan crear leyes y normas de juego, pero como en todo, existen lagunas, las cuales son hábilmente utilizadas. Lo que sí que es seguro, que aunque sea parte de nuestra renta la que está en juego, a la mayoría de nosotros no se nos permite la entrada en ese Eurovegas económico.

jueves, 28 de noviembre de 2013

La competitividad

Un día estaba leyendo una artículo sobre la competitividad española, la cual decía que era superior a la alemana. Ante tal afirmación no pude resistirme a leer que argumentos presentaba para hacer tal afirmación, y todos sabemos que los titulares periodisticos siempre suelen ser espectaculares.
La razón que se esgrimaba es el bajo coste laboral del profesional español con respecto a su homologo alemán, al pagar menos por hora, la empresa tendría menos costes y así poder competir en igualdad de condiciones con sus competidoras. Indudablemente este comentario financiero, que no deja de ser cierto, si vemos las cosas desde el prisma meramente cuantitativo, puede ser dentro de una hoja de cálculo, pero si colocamos la variable tiempo en el estudio, veremos que el resultado no es tan optimista, más bien todo lo contrario.
Sencillamente el competitividad tiene que ver con el rendimiento, pero también con la eficacia. De que me vale pagar menos a un trabajador que va a tardar más tiempo, prefiero a otro, que será más gravoso, sin embargo lo hará en menos tiempo.
Curiosamente un alemán tiene un horario de trabajo normal, como en la mayoría de los países, es decir, entra temprano, poco tiempo para comer, y generalmente abandona su puesto de trabajo cuando empieza a anochecer, así se ahorra más en el gasto energético.
El trabajador español, entra más tarde, tiene dos horas para comer y pocas veces sabe a que hora llegará a su domicilio. En resumen tiene unas jornadas agotadoras de más de 10 horas (si tomamos la jornada laboral, desde que sale hasta vuelve de su domicilio). Si se compara los resultados de ambos trabajadores, vemos que el primero, no solo necesita menos horas para realizar su trabajo, sino que ahorra a su empresa gastos, y puede disponer de más tiempo libre.
Hemos de entender que el rendimiento no esta en la cantidad, sino en la calidad. Podemos estar muchas horas en  una biblioteca estudiando, pero cuanto hemos aprovechado de esas horas. No por estar un trabajador en su lugar de trabajo rendirá más, sobre todo si he de estar yo presente para que realice el trabajo. Personalmente prefiero a un profesional que sé que terminará su tareas, esté o no yo presente, que pueda ausentarme y saber que terminará en el momento que se ha acordado.
Somos seres humanos y no máquinas, necesitamos motivaciones, descansos, alicientes, y porque no, reconocimiento por el trabajo realizado (bien con remuneración o con tiempo libre). Pero para eso, la empresa ha de tener claro que es lo que se quiere conseguir, y sobre todo cuando se quiere conseguir. Lo demás es simplemente saber dirigir (lo cual no es sencillo), por desgracia, creemos que los trabajadores son un coste más que hay que rebajar, se piensa que menos trabajadores tendrán los mismos resultados, a lo mejor serán parecidos a corto plazo, aunque con el tiempo veríamos que solo hemos conseguido bajar la calidad y sobre todo crear mal ambiente. Curiosamente muchas empresas terminan cerrándose, no por sus costes laborales, sino por su mala gestión financiera porque no pueden hacer frente a sus pagos financieros. 
La competitividad se evalúa por los resultados de la eficacia, haciendo productos y servicios de calidad, para el cliente, pero no a cualquier precio, ahí es dónde la empresa ha de saber venderse, por eso las empresas alemanas están mejor percibidas que las españolas o la chinas......