Según unas de las últimas teorías científicas, hablan sobre la posibilidad de estar viviendo una realidad virtual, es decir, como si viviéramos en un mundo regulado por un gigantesco programa de ordenador. Algo parecido a la trilogía Matrix. Si nos paramos a pensar y si vemos los documentales actuales de carácter científicos, ya se están hablando de diferentes dimensiones y de espacios paralelos, por lo que un mundo desde un punto de vista informatizado, tampoco parece descabellado, aunque asuste, que estemos viviendo algo que no sea del todo real; porque lo que llamamos real es lo que sentimos ahora mismo.
Sin embargo, si que hay como un entramado a nivel económico, no ya dirigido por programas informáticos, sino que estamos ya tan acostumbrados al dinero electrónico, que ya no nos preguntamos de donde sale ese dinero, quien lo cubre, que cobertura real tiene todos esos movimientos de millones de euros que alegremente se hablan de rescates, compras y ventas de empresas, inversiones, etc.
Pero lo más preocupante es la respuesta ciudadana, casi como si estuviera programada, como si la respuesta de la masa social estuviera premeditada o por lo menos esperada, como en una partida de ajedrez, cuando la máquina se adelanta siempre a nuestra jugada.
Lo que no sabemos es quien es el programador o el controlador de dicho programa, quien o quienes manejan los hilos de tal programa. Aunque en todo lo que realice el ser humano, siempre habrá errores y es posible que algunas veces dicho programa empiece a funcionar mal o responder de forma no esperada. Sobre todo cuando se abusa de varios parámetros, como que aquellos que menos responsabilidades tienen de los desmanes económicos, son aquellos que la final tienen que pagar las facturas y sufrir las penurias para que llegue todo a un equilibrio medianamente lógico. Digo lógico porque depende de que lógica se esté empleando en la creación y la gestión del dichoso programa.
Al final, el abuso de la tecnología puede volverse en contra de sus creadores, como en las revoluciones que en muchas veces han terminado por devorar a los precusores de la misma. En muchas ocasiones, el monstruo termina engulliendo a su creador o el discípulo sabe más que su maestro. Por eso veo que la confianza es una mala pasajera, que tantas aperturas y sacrificios se va a convertir en un bomberang para los que lo han lanzado previamente, creyéndose a salvo de todo mal.
No sé si vivimos en un mundo dominado o un mundo teledirigido, dónde nuestras actividades están reguladas o monitorizadas, pero sé que la rebeldía y el querer ser dueño cada uno de su destino es algo más fuerte que cualquier control. Es algo tan humano que cuanto más control se quiera ejercer, tarde o temprano llegará una respuesta negativa.
Esperemos que el programa no se colapse, como pasa con Windows y después se tenga que reiniciar el ordenador.......
Totalmente de acuerdo, buen blog
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