Todos sabemos que la economía es un ciclo dónde las empresas ofrecen sus productos y/o servicios a los consumidores, pero la producción de dichos productos y servicios vienen a ser realizados por trabajadores, los cuales reciben una contraprestación por su trabajo a lo que llamamos sueldo o salario. De este modo, los consumidores con esa retribución pueden comprar, por lo que el circuito del dinero sigue fluyendo.
Anteriormente no existía el dinero como tal, las retribuciones o pagos se hacían a través del trueque, con materiales que subjetivamente tendrían un mismo valor o una equivalencia aproximada. Fueron los romanos los cuales empezaron a utilizar la sal, como el comienzo de lo que más tarde denominaremos moneda, dando a este ingrediente culinario un valor, más o menos estable, para poder pagar o vender cosas. De ahí viene el vocablo salario, ya que los legionarios cobraban sus retribuciones en sal. Más tarde irrumpió la moneda como formula de cambio, hasta nuestros días.
A partir de ese momento, ya no era solo sinónimo de riqueza el tener más posesiones también el tener mayor acumulación de monedas, lo que llamamos hoy en día, liquidez para poder pagar. De este modo, cuando mayor salario percibe un trabajador, mayor capacidad tendrá para hacer frente a sus necesidades, lo que se llama capacidad de renta y sobre todo poder aquisitivo.
Como estamos viendo, a lo largo de la historia, ha habido momentos de bonanzas y de crisis, aunque casi siempre, tanto los recursos naturales como monetarios han estado en pocas manos. Solo cuando la mayor parte de la población tiene una mayor capacidad de compra, bien propia o a crédito, el consumo tiende a subir en los países o zonas geográficas donde se detecta ese aumento de poder aquisitivo.
Ahora mismo, nos encontramos peligrosamente en un ciclo negativo, ya que el trabajador esta observando que no solo su salario ha menguado (han bajado los sueldos, en algunos casos, a la mitad que hace 10 años), sino que su seguridad para poder aumentar sus "monedas", se ha visto muy mermada por dos razones: la inseguridad laboral y sobre todo el aumento lento pero significativo de los precios.
Por este motivo, son las clases medias las que más fortalecen el consumo; y sin este consumo no hay ventas, sino hay ventas las empresas no tienen suficiente liquidez, ni para invertir y sobre todo para poder pagar a sus proveedores, lo que nos lleva a un ciclo negativo o un circuito, que cada vez lleva menos agua para regar el jardín económico. Para nuestra desgracia, se observa que se pretende que ese jardín sea igual de floreciente o más, con cada menos cantidad del liquido elemento.
Ya explicado en el anterior post las catástrofes que ocurrirán en el futuro, pero me pareció un suicidio económico el endeudamiento masivo, lo cual se traduce que nunca se podrá pagar esa deuda, pero también lo es la desinversión, y sobre todo, la caída en picado del empleo; al verlo todo desde un prisma de coste y no de inversión de futuro. Esperemos que dentro de poco vuelva un ciclo positivo, que de más agua al circuito, o por el contrario, los precios se tendrán que hundir, al ser imposible que con la renta actual la población pueda comprarlos.
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